Mapa y documento de texto formato PDF. Tomlinson, A.J.; Blanco, N.; Ladino M. 2015. Carta Mamiña, Región de Tarapacá. Servicio Nacional de Geología y Minería, Carta Geológica de Chile, Serie Geología Básica 174: 191p., 1 mapa escala 1:100.000. Santiago.
La geología de la carta está configurada por un zócalo paleozoico, al la cual se sobreyacen, en discordancia angular, rocas estratificadas sedimentarias entre el Carbonífero superior y Triásico superior (Fm. Quipisca, Juan de Morales y Mamiña). A partir del Triásico superior se observa más presencia volcánica, en intercalaciones de rocas volcánicas, volcanosedimentarias y sedimentarias (Estratos de Sierra Laguna y las Fm. Longacho, Duplijsa, Copaquire y Suca), con intrusivos hipabisales sincrónicos hasta el Cretácico superior. En el sector NW de la carta, las secuencias estratificadas tienen un hiato que incluye el Cretácico Inferior-Cretácico Superior bajo que tiene origen en la fase tectónica Peruana, evento reflejado por medio de pliegues y fallas inversas que afectan las unidades pre-cretácica superior alta y por una discordancia angular que las separa de las rocas sobreyacentes. La actividad del arco volcánico se expresa en rocas volcánicas ácidas y el respetivo depósito de cuencas extensionales en secuencias continentales clásticas, aluviales y lacustres (Fm. Cerro Empexa). El magmatismo intrusivo hasta el Paleoceno Inferior bajo tuvo variaciones composicionales que evolucionaros desde magmas intermedios a magmas más hidratados. Un segundo evento de deformación, correspondiente a la fase tectónica ‘K-T’, generó pliegues y fallas inversas que afectaron todas las unidades mencionadas anteriormente. Hubo un limitado magamatismo durante el Paleoceno, en el que se puede destacar el Complejo Intrusivo Cerro Colorado que se asocia, al yacimiento de cobre, tipo pórfido cuprífero, Cerro Colorado, la más significativa expresión de mineralización metálica en la carta. En el Eoceno, el arco magmático se ubicó más hacia el este dando origen a rocas extrusivas y piroclásticas junto a rocas sedimentarias (Fm. Icanche), cotemporános a intrusiones hipabisales. Las rocas plutónicas del arco eoceno se presentan en dos pulsos seguidos en tiempo que componen el Complejo Plutónico Yabricoya, la que se ococia a yacimientos polimetálicos. Existe un importante hiato en el registro estratigráfico abarca gran parte del Oligoceno, producto de la fase tectónica compresiva Incaica, del Eoceno Medio-Eoceno Superior. La maduración del relieve, junto con el alzamiento contemporáneo de la región altiplánica, tuvo como consecuencia un período de erosión y acumulación de sedimentos clásticos aluviales (Fm. Altos de Pica y El Diablo). Durante la sedimentación se registró un acortamiento tectónica que generó flexuras, fallas inversas y sedimentación sintectónica de estratos de crecimiento, deformación que se desarrolló durante el Mioceno Inferior alto y que concluyó definitivamente antes de los 8 Ma. Estas nidades sedmientarias están intercaladas por depósitos ignimbríticos producto de actividad volcánica explosiva. En el Pleistoceno-Holoceno, se acumularon depósitos sedimentarios continentales, influenciados por condiciones climáticas contrastan con el período anterior, registrándose depósitos glaciares y depósitos aluviales. Desde el límite del Pleistoceno-Holoceno hasta la actualidad, la sedimentación clástica se ha restringido debido al predominio de condiciones de extrema aridez.